domingo, 2 de octubre de 2011

C. ya no sufre por amor
C. encontró su mitad
su amante perfecto
Pero cuando llora
llora con sumo desgarro
con la rabia de pensar
que él no la piensa,
no la siente igual.
C. no imagina
vida sin él
y se somete dócil
a su constante flagelo
porque teme perderlo.


Yas. también tiene miedo
No conoce el amor
es forastero
en una atmósfera extraña
en que la duda y el pálpito
son asaltantes habituales
Yas., perplejo
se derrumba
ante la idea de ser condenado
a besar un sólo cuerpo
y amanecer despojado de su coraza
Pero siente tanto por C.
que su orgullo
se despedaza
en cada encrucijada,
en cada disputa.

C. y Yas. amanecen juntos
y entonces se esfuma el miedo,
en el mismo latido
encuentran a su análogo,
a su gemelo
pero en el polo opuesto
Por eso Yas. y C. caminan juntos
Porque son carne de la misma carne
porque son fin y comienzo
porque C. es la antípoda de Yas.
porque Yas. es el idéntico de C.

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