jueves, 10 de febrero de 2011

Infame

Te desconozco ya, aparecido
y desaparecido entre mis sueños
Eres el terrible eco del fantasma
de la ínfima parte de lo que fuiste.
Si de vivir se trata,
ya no vivo...
sólo trato de huir de tu sombra,
ausente, silenciosa.
Que tu lanza no me hiera, no,
que tu pupila no se atreva
a posarse en mí.
Y, desamparado, te desvanezcas
poco a poco, lentamente,
siente lo que yo he sentido,
que en un mismo latido
fuimos uno solo, una vez.

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